viernes, 8 de mayo de 2015

HORAS CONTADAS

HORAS CONTADAS:
Hace quince años mi familia fue testigo de un secuestro y asesinato. Mi padre un humilde carnicero fue engañado y utilizado por una banda: un día estaba trabajando y de repente sonó el teléfono, lo cogió, y preguntó:
-¿quién es?
El otro hombre respondió:
-Solo te diré una cosa, tengo a tu mujer, haz lo que yo te pide y no sufrirá daño alguno.
Mi padre asustado le respondió
-Haré lo que tu me pidas pero por favor no hagas nada a mi mujer que está embarazada.

El hombre respondió
-Quiero que ayudes al hombre atropellado en moto que está en el hospital.
A mi padre no le dio tiempo a responder porque colgó muy deprisa.
Mi padre asustado y nervioso fue en busca del hombre atropellado, no le resultó muy difícil sacarlo de allí, el problema fue cuando estaba fuera, había tantos policías que llevarlo a su casa fue casi imposible. Mi padre sin separarse del teléfono, esperando a que el hombre llamase, no estuvo mucho tiempo esperando, minutos después de llegar a casa sonó el teléfono .
-Quedamos en la central abandonada que hay enfrente del cuartel general de la policía, entra por detrás y como llames a la policía te quedas sin familia. Después colgó.

Mi padre y el hombre fueron cuidadosamente por la parte trasera, cuando ya estuvieron dentro,  justo en el centro de la central, apareció un coche oscuro con los cristales tintados, paró, y se bajó del coche un hombre vestido entero de negro y con un arma, fue al maletero y saco a mi madre embarazada. Mi padre con la sonrisa en la boca fue corriendo donde mi madre y de repente todo se fue a pique, la policía no sé cómo se entero nos montó una trampa y entre unas series de disparos los dos hombres fueron alcanzados por varias balas. La policía le dio las gracias y me padre extrañado les preguntó- ¿por qué?- y les dio las gracias porque llevaban mucho tiempo persiguiendo a estos hombres por narcotráfico y que había llegado un cargamento de droga muy importante. Registrando la casa encontraron muchos papeles y un mapa donde salía la central y una ecuación  que a mi padre le preguntaron “ x+y=3 y x1+y2=6” mi padre no sabía esa ecuación. Ahí es cuando apareció mi madre y les contó que en el tiempo secuestrada había visto unas coordenadas y justo coincidió con la ecuación y eso dio a una trampilla que había en la central que dio a las alcantarillas donde en ese lugar encontraron el cargamento. Eso sucedió hace quince años y ahora yo sigo los pasos de mi padre que fue un héroe para mi madre. 

JAVIER GÓMEZ BARQUÍN

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